Las llaves ajustables, a diferencia de las fijas, poseen una boca que puede abrirse o cerrarse a conveniencia del usuario: se pueden graduar, para adaptarse al tornillo que queremos apretar o aflojar, de modo que con una sola llave podemos actuar sobre un gran número de tamaños de tuercas y tornillos.
Su mayor utilidad se da en trabajos donde es necesario tratar con muchos tamaños de tornillos diferentes, como en mecánica. Por su diseño, algunos modelos son muy prácticos en la fontanería.
Los tres grandes tipos de llaves ajustables son: llave inglesa, Stillson y llave para caño o llave sueca.