Según la definición de la Real Academia Española, el interiorismo es el arte de acondicionar y decorar los espacios interiores de la arquitectura. Aunque muchos consideran que este va más allá de la una simple decoración, sino que trata más bien de las sensaciones que evoca cada espacio a la persona que los habita. Cada persona, región y época tienen su estilo y consideran bellos atributos distintos, de ahí que existan tantos estilos. ¡Vamos a conocer los más populares en España!
Interiorismo
Estilo rústico español
El estilo rústico es típico del siglo pasado y se caracteriza por buscar un ambiente relajado que gire en torno a la naturaleza. Nacido en ambientes rurales, el estilo rústico se define por ser campechano, de colores cálidos y materiales naturales como la madera, aunque también la piedra, el mimbre, el ratán y las fibras naturales lo complementan.
Se trata de un estilo que combina muebles de madera idealmente artesanales con texturas de color beige, marrón y blanco y es tan acogedor a la vez que sencillo que, aun siendo bastante antiguo, tiene una presencia importante en la decoración moderna.
Estilo mediterráneo
Tal como indica su nombre, el estilo mediterráneo es muy característico de los países del sur de Europa, especialmente de los costeros. Hay quien diría que evoca una sensación de eterno verano pues refleja el estilo de vida de la región mediterránea con su estética sencilla y clara que nos recuerda a la brisa marina y la calidez del Sol.
Los materiales que componen este estilo son principalmente la madera clara, el yeso, el mimbre y el yute y se combinan con muebles artesanales y de obra para recrear este bonito ambiente en busca de frescura en el hogar.
Estilo moderno y minimalista
Totalmente alejados del estilo rústico y el mediterráneo encontramos el estilo moderno y minimalista. Si bien los dos últimos tienen ciertas diferencias entre sí, comparten también rasgos esenciales.
Se definen por las líneas, los ángulos rectos y los materiales fríos, además del orden y el minimalismo, cuyo propósito es reducir toda la ornamentación a lo esencial y decorar con los mínimos accesorios para que el espacio sea elegante. En la arquitectura, así como en el interiorismo, el hormigón, el acero corten y la piedra natural, además del vidrio, el cuero y la madera natural son básicos para lograr un ambiente de este estilo.
Estilo bohemio
Nos trasladamos ahora a hablar del estilo que nació en la región de Bohemia y que inspiró a los artistas, intelectuales y escritores parisinos por no tener patrones ni normas estrictas. En interiorismo, el estilo bohemio se ha ido definiendo poco a poco por paredes blancas combinadas con texturas de tonos cálidos como el terracota, el marrón o el mostaza.
Los muebles suelen ser de materiales naturales y los hogares se llenan de accesorios de cáñamo o sisal, junto con infinidad de plantas de interior. Es seguramente esta fusión de culturas y épocas, así como la sensación de libertad que transmite el estilo lo que ha conquistado a muchos jóvenes españoles.
Estilo art decó
El art decó fue una corriente artística que experimentó su plenitud entre los años veinte y cuarenta del siglo pasado. En interiorismo, se identificaba por los colores ricos, las formas geométricas y los detalles potentes y tuvo una fuerte influencia en el arte de la danza como el flamenco en España.
Este estilo se conoce como “art” por los sentimientos y emociones que irradia con su color y energía y fueron precisamente algunos artistas como Chiquito, a quien se ha dedicado la tragaperras Chiquito en un casino en línea español, o Paco de Lucía, quienes quisieron aprovechar su singularidad para incorporarla en sus melodías y llegar al público de una forma más profunda.
Conclusión
Como augurábamos al principio y hemos visto a lo largo de nuestro recorrido por los diferentes estilos españoles, las posibilidades son múltiples y los gustos de quienes los aplican infinitos.
Sin embargo, el estilo puede derivar no sólo de una preferencia concreta, sino que puede verse definido por el entorno con el que se complementará, la actividad que se desarrollará en ese espacio o la sensación que queramos irradiar.